sábado, 18 de septiembre de 2010

Más del poeta del queso


Al objeto de que el amable lector compruebe que el estro del citado James McIntyre no fue flor de un día, hoy me propongo ofrecerle nuevas y sugestivas muestras de su obra.

Así, lejos de conformarse con la sola admiración del queso, en la pieza intitulada Oda quesera, adopta un enfoque más práctico, y nos instruye, a la manera de Hesíodo, en el tiempo propicio a las faenas conducentes a su obtención:

Nuestra musa rehúsa cantar
al ver queso primaveral:
cuando la vaca come forraje,
no se saca buen fromage.

La calidad suele ser vil,
del queso hecho en abril;
mejor, por esa razón,
deje correr la estación.

Para el queso debe esperar
como de mayo el comenzar:
la vaca pasta en el prado,
y leche da de buen grado.

De estos terrenos, sin embargo, su genio es capaz de elevarlo a alturas rayanas en el misticismo, y aun en lo profético, con la premonición de quesos ciclópeos, entreverada con el llamamiento a la unidad de la raza anglosajona en torno de este lácteo, como en Profecía de un queso de diez toneladas:
A quien visión profética sea dada,
verá un queso de diez toneladas:
empresas variadas pondrían el cuajo;
unidas y, laborando a destajo,
honor más habrían que si un cañón
fundieran de muy gruesa munición.

Maquinaría fabricarse podría
que el descomunal queso batiría;
el mayor honor de la patria nuestra
sería esta grande pieza de muestra;
los trescientos cuajos estrujaría,
este mastodóntico queso haría

Sí, los britones vengan a partido:
los trescientos pueblos en uno unidos;
cuando todos en armonía acuerden
que al igual que al queso en uno los prensen,
entonces, un hábil puño titánico
manejar podrá el imperio británico.

Pero no sólo de queso vive la musa de nuestro genio, que brinda también atención y homenaje a sus vecinos del parnaso anglosajón; aunque, a veces, más bien someros, como en esta estrofa dedicada a Shelley, máximo exponente, junto con Keats y Byron, del romanticismo inglés:
Apenas si tengo un momento
para el raro Shelley y su talento;
hombre bueno y desgraciado,
joven se ahogó y fue quemado.

4 comentarios:

  1. Le agradezco mucho la molestia que se toma en traernos estas verdaderas maravillas poéticas, jaja.

    Di buena cuenta de un queso magnífico en la Luna Mora (para el que no lo sepa, es un festival que se celebra en Guaro, un pueblo de Málaga) y me acordé de tan ilustre poeta y de estas actualizaciones.

    Un abrazo.

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  2. Jajajaja.

    ¿Qué pensaría este gran poeta si supiera que ahora, en Inglaterra, ya apenas hay ni vacas ni quesos autóctonos ni granjeros?

    ¿Y si supiera que ya todo el año se produce queso de buena calidad, pues las vaquitas no comen yerbas sino grano-de-vacas-locas???

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  3. Porque estoy en la sobremesa, pero me llega el olorcito hasta aquí. ¡Qué rico, cómo me gusta y qué simpáticas joyitas queseras!

    En casa solo lo puedo comer yo. Mi marido y mi hija son intolerantes a la leche y sus derivados.

    La foto muy buena.

    Gracias por la entrada

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  4. Muchas gracias a todos por sus comentarios. A cosas como estos entrañables poetastros hay que recurrir para reírse un poco con la que está cayendo desde hace varios años sobre nuestra pobre España.

    Por cierto, Andy, me temo que ese festival de que habla seguirá llamándose Luna Mora sólo hasta que a la morisma le dé por decir que eso de mora es ofensivo o peyorativo, y que la luna, por lo menos en cuarto creciente, es patrimonio exclusivo suyo.

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